Hoy no quiero daros la chapa, sólo compartir un pensamiento al que le llevo dándole vueltas un tiempo. Quizás sea algo que me sorprende, pero en el fondo no, porque es un fenómeno que realmente no apareció de la nada. Las instituciones culturales los convocaron porque necesitaban métricas que justificaran su presencia en un mundo en el que se mide todo en visitas y números. Los divulgadores culturales , expertos con títulos académicos impecables y conocimiento enciclopédico (mis mas sinceros respetos) se han convertid en los intermediarios necesarios entre nosotros y las obras. No quiero que nadie me malinterprete, el problema no es que existan. Me gusta la diversidad y entiendo que para muchos del público sea su primer contacto con este complejo mundo. No voy por ahí, quizás hablo más de lo que hacen con el arte cuando lo tocan. Lo que hacen es traducirlo, empaquetarlo y convertirlo en píldoras digeribles para el algoritmo; así, una obra que antes exigía silencio y tiempo se transfor...
El problema con la curaduría contemporánea no es que sea compleja. El problema es que finge ser compleja, que no es lo mismo. Hemos llegado a un punto en el que lo curatorial se ha convertido en una inmensa cortina de humo, en un performance (en el mal sentido) diseñada no para comunicar ni acercar, sino para impresionar, intimidar y, sobre todo, vender. Algo mediocre busca legitimación, alguien se encargará de que aparezca un discurso y un texto, te lo digo yo. Tres párrafos infumables sobre la deconstrucción del sujeto posmoderno, la crisis de la representación o una cita sacada de un manual de estética que nadie ha terminado de leer nunca y a otra cosa . El público lee, mira la obra, vuelve a leer...y automáticamente se rascan la cabeza o se tocan la frente. Una sutil estrategia que hace que en lugar de cuestionar lo que tiene delante, se cuestiona a sí mismo. Piensa que es él mismo quién no está lo suficientemente preparado, quien no tiene las herramient as para comprender, y le...